poemas de amor con frases

Durante el último año, no he sido capaz de entrar en una librería sin ver la cubierta azul-arena del exitoso libro de  " El que cambia la vida mágica de arreglo ." Su publicación coincidió con mi decisión de comenzar a prepararse para una nueva vida en algún lugar, en cualquier lugar que no estaba en San Francisco. Con esto en mente, empecé a notar un sinnúmero de artículos en línea acerca limpiar el desorden, la mayoría de las cuales se hizo eco de los sentimientos Zen similares a las de la Comprar experiencias, no las cosas" "Mantener sólo las cosas que inspiran alegría".Su tranquilidad me enferma con la ansiedad. He estado tratando de obedecer a estos principios y recortar mis pertenencias, inspirados por la promesa distante de una nueva vida y por un ya no tan nuevo novio con tendencias . En otra vida, él podría haber escrito esos artículos. Con su estímulo, vendí mis guantes de boxeo, mi teclado y mi bicicleta.Eliminé todas las aficiones que no pueden ser fácilmente transportados a través de fronteras. I vender o donar la mayor parte de mis libros y ropa, hasta mi cama. Quiero saber que cuando finalmente me quedo fuera para construir mi nueva vida secreta, todo lo que tengo cabrá en un equipaje de mano. Así fue como, hace unos meses, me encontré hurgando en mi armario a la 1 am, en equilibrio sobre el hombro de un abrigo de color malva zanja silenciado mano. Hace cuatro años, pasé $ 40 a conseguir esta capa ajustada a mis hombros estrechos, lo más que nunca había pasado en una sola pieza de ropa. Desde entonces, he llevado la capa solamente un puñado de veces, temblando con pesar de la niebla por la noche San Francisco como el tejido resbaladizo sacó el calor de mi cuerpo y la capucha desmontable voló de mi cabeza. Y, sin embargo, todavía guardaba, con aire de culpabilidad, en el fondo del armario de todos estos años Hace años, yo había admirado ese abrigo en mi madre, cuando era lo suficientemente pequeño para ser engullido por ella. Cuando yo estudié detenidamente a través de fotos antiguas de ella - un pasatiempo favorito de la infancia - no estaba en esa capa, de pie delante de la universidad en la que una vez había trabajado, posado sobre una roca en amor siempre sonriendo felizmente a pesar de las dificultades que había soportado la realización de trabajos forzados en china, y luego como un inmigrante con mi padre en Estados Unidos. Love Una serie de ensayos semanales lector-presentado que exploran las alegrías y tribulaciones de amor.

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El día de su cremación, que lleva una caja de sus prendas favoritas para ir con ella. "En caso de que se enfríe," le dije al empleado de la morgue. Incluí el vestido de flores de largo que llevaba a para ver a su hermano por primera vez en 24 años, un suéter rojo difuso que había llevado durante días, una camisa abotonada suave. Pero yo había guardado esta capa. No podía desprenderse de ella ahora, y no por una razón tan frívolo como limpiar el desorden. El escudo fue parte del santuario que sólo estaba empezando a darse cuenta de que había construido.Seguir leyendo la historia principal Recibe las noticias de estilo de vida del estilo, Viajes, Alimentación secciones, de las últimas tendencias a las noticias que se pueden utilizar. Otras partes: el quid de bálsamo labial con sabor a fresa que mi madre había utilizado en el hospital, suéteres que mi dolor me había hecho demasiado pequeño para, un frasco de plástico de 500 grullas de papel que había doblado, toda mi tesis de graduación. Eran todas las cosas que habían sido comprados o construidos con tanto amor, hecho más significativo porque una vez que habíamos tenido tan poco. Pensé en cómo, hace menos de una década, la pieza más cara de la ropa que jamás había comprado a ese punto era mi vestido de baile de graduación, un mal ajustadas saco de color melocotón que se encuentran a la venta por $ 15 y todavía tenía que pensar largo y tendido acerca de la compra. En esa vieja vida, las cosas materiales eran el amor, y ahora estos objetos restantes eran todo lo que tenía. Mi madre fue mi primer mejor amigo, que es una forma ridículamente inadecuada de diciendo que ella era mi mundo, de una manera un tanto aterradora y poco saludable. Yo no estaba cerca de mi padre, quien siempre había percibido a ser a la vez distante y desaprobación. Como un niño pequeño, Estampé mis pies en los amigos de mi madre que la criticaron, sin embargo, no entender la diferencia entre el insulto y la broma. Más tarde, fingí como el vinagre a ser más como ella. En la escuela secundaria, le dije a mis amigos que no podía pasar el rato porque prefería charlar con mi madre. En la universidad, yo era "independiente" porque sabía que podía llamar a su lugar de otra persona, y ella nunca me volvería a juzgar con demasiada dureza. Tenía 15 años cuando por primera vez se enfermó y 19 años cuando murió.Mientras tanto, muchos de mis otras amistades se volvió distante y torpe, y yo había sido demasiado inmaduro y luego demasiado preocupado para salir en fechas. Me gradué de la universidad dos meses más tarde, la sonrisa falsa para las fotos con los amigos a los que ya no podía relacionarse. Los conflictos sobre la atención al final de la vida de mi madre habían conducido a mi padre ya mí, incluso más separados. Ahora no tenía a nadie, y yo temía que nunca tendría a nadie más. ¿Quién podría entender o me encanta tan completamente? Cuando fui a casa del colegio, por última vez, no había ningún paquete pequeño en mi cama, no hay blusas de seda de segunda mano, no hay fragantes gardenias flotando en un recipiente con agua. No hubo amablemente de voz para salvar la distancia entre mi padre estoico y un enojado, Desconsolado mí más joven. En ese último año de la vida de mi madre, que me había distraído de pensar en lo que estaba pasando por rodearme de cosas nuevas. Llené mi escritorio con grúas de papel. Yo examinamos y pedimos cosas en línea, una gran cantidad de artículos baratos pero bastante para reemplazar lo que mi madre una vez me había dado. Al menos mientras yo estaba navegando y luego, cuando he recibido el paquete resultante experimenté un pequeño momento de euforia.Seguir leyendo la historia principal COMENTARIOS RECIENTES Gracias por compartir, esto es hermoso. Perdí a mi madre en 1999. Seguí su abrigo entre otras cosas, incluyendo cartas, tarjetas y notas a ...jennifer falso Tuve problemas para desechar las cosas de mi madre después de su muerte. Hemos tenido que vaciar la casa de sus libros, con inscripciones y notas en su ...Jaime subvención falso Cada vez que me sentí triste o ansioso y no quería pensar, abrí mi portátil y navegado a las secciones de venta de las tiendas en línea y añadió elementos deseables a mi compra virtual. Este hábito continuaría durante años como pasé mis noches en la universidad de adormecer mi dolor y la soledad con las camisas de cambray y vestidos de flores la forma en que otros podrían abuso de alcohol o la heroína. días difíciles en el laboratorio fueron seguidos por paquetes en mi puerta. La primera vez que uno de mis ratones experimentales murieron, me vio en ese ratón morir últimos momentos jadeantes de mi madre. En respuesta, lloré en el baño y luego me compré un vestido de encaje floral. Cuando tuve que inyectar 40 tumores en casi tantos ratones, he comprado mi primera camisa de mezclilla. Mi larga recuperación después de ser hospitalizado por una dio lugar a innumerables pares de pendientes colgantes y barras de labios baratos. Al final de mi primer amor no correspondido creó un deseo repentino de zapatillas nuevas. Una noche, mientras estaba sentada llorando delante de un microscopio sin una buena razón, pedí mi primer par de pantalones . Esos días en la escuela de posgrado, a menudo me despertaban a horas extrañas a pesar de la terapia al por menor. Muchas veces, la mejilla se humedecieron contra la almohada cuando me di cuenta de que sólo había tenido un sueño, y que mi madre todavía estaba muerto, y todo lo que podía hacer era poemas garabato en mi diario hasta que estaba cansado de escuchar a mi propia dolor. Cuando la escritura no logró calmar, me desplacé a través de catálogos en línea más y se cruzó de más grúas de papel hasta que mis manos estrecho. Añadí todas estas cosas al santuario. Durante esos cuatro años, he acumulado un armario lleno de ropa frívola, diseccioné un número deprimente de los ratones, escribió más de 100 poemas y se cruzó de 500 grúas. Mientras tanto, he sufrido lo suficiente enfermedades, traumas y angustia para comprender finalmente que la vida va a seguir avanzando inexorablemente, si terriblemente a veces. Estoy empezando a darse cuenta de que puede ser muy agradable también, si lo dejo. Mi amor no se ve disminuida si me dejo llevar por la tristeza. Casi me lo creo. Con la ayuda del tiempo, la distancia y, de mala gana, recordatorio de la para mantener sólo lo que "chispas de alegría," estoy finalmente se separe de mis reliquias y avanzar hacia una vida que se siente como mi propio. Doné mis suéteres mal ajustadas y las compras por impulso. Tiré bálsamo labial de mi madre. (Todavía estoy trabajando en el escudo). El mes pasado, vacié mi frasco de cuatro litros de grúas de papel y las quemaron en una hoguera en una playa de San Francisco. "Es un ritual de limpieza," mi novio explicó a pasar extraños como, uno por uno, me tiraron esos 500 grúas en las llamas. Viendo sus alas carbonizados parpadeo naranja en el atardecer azul desvanecimiento, me acordé de una película de mi novio y que había visto antes en nuestra relación. En la escena de apertura, monjes budistas levantaron de nuevo sus mangas de color naranja para la construcción de una manda la intrincada de la arena coloreada por empujando en su lugar un grano microscópico a la vez, un proceso que tomó semanas. Cuando el manda la fue completa, se enjugó la imagen y comenzaron de nuevo.


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